sábado, 12 de diciembre de 2009

Y de los griegos... a los romanos!




NÁPOLES
Nápoles, o como dicen los italianos Napoli, es una ciudad heterogénea y variopinta donde las haya que nace a la sombra del temido Vesubio. En esta ciudad del sur de Italia podemos
encontrar tantos estilos como pueblos han pasado
por ella, y no han sido pocos, griegos, romanos, árabes, españoles, normandos; han pasado por aquí y han ido dejando su influencia.
En Nápoles hay muchas cosas que ver y que hacer. Puedes empezar visitando la plaza del
Pebliscito, un hemiciclo con la iglesia de San Francisco di Paola en el centro, que está
inspirada en el panteón de Roma.

Otra construcción que es imprescindible visitar es la Galeria Umberto I, construida a imagen y semejanza de la Galeria Vittorio Emanuele de Milán.
Además en Nápoles hay diversos castillos como el Castillo del Huevo,
el Castel Sant'Elmo, el Castel Nuovo y también puedes visitar el Duomo de San Gennaro, la Iglesia de Gesu Nuovo y el parco Virgiliano, donde se encuentra la tumba del poeta latino Virgilio.

El Mueso que no puedes olvidar visitar es el Museo Arquológico Nacional, donde podrás conocer mejor las costumbres romanas, pues en él se encuentran las piezas rescatadas de las cenizas de Pompeya y Herculano. Lo que más me llamo la atención de este mueseo fue que no sólo se habían rescatado piezas como mosaicos, joyas, vasijas, etc sino que también había restos de comida como pan o fruta y algunas reconstrucciones en cemento de cadáveres que se habían podido realizar rellenando los huecos que habían
dejando los cuerpos al corromperse.
Una vez que estás en Napoles, no puedes irte de la ciudad sin visitar las ruinas de Pompeya. Podrás retroceder al pasado paseando por las calles de una antigua ciudad romana y
sorprenderte al ver las termas y el interior de las casas, con los mosaicos en la pared, increíblemente bien conservados.
También puedes visitar la isla de Capri y probar el famoso "Limoncello di Capri", así como ver una de las costas más maravillosas del mundo. La gruta Azul y el Palacio del Mar llenan de magia a esta isla. Si te atreves, bucea hasta la playa de Marina Piccola, donde se dice que Odiseo sucumbió al canto de las sirenas.
Para comer, está claro ¿verdad?, pues sí ¡Pizza! y casi me atrevería a decir que es la mejor del mundo, al menos yo no he probado otra igual. La tradional pizza napolitana es la Marghetira, dedicada a la Reina Margarita de Savoia para quien fue inventada en 1889 utilizando salsa de tomata, albahaca y mozzarella y representando así los colores de la bandera italiana ( verde, blanco y rojo). El primer establecimiento que dedicó este plato a la reina es la Pizzeria Brandi, en la que aún hoy se puede comer, aunque resultará bastante más caro que cualquier otro lugar.
Si lo que quieres es conocer la parte menos turística de esta ciudad y entrar por ejemplo a "quartieri spagnoli" barrio podre de los soldados de la época de dominación del Reino de España(zona muy explotada por el cine donde se cen las sábanas colgadas en la mitad de la calle de un edificiio a otro), lo mejor es que contrates a un guía porque no es muy recomendable que andes sólo por ella y menos si tienes "pinta" de extranjero ya que las bandas organizadas son muchas en esta ciudad.
Tampoco olvides dar un paseo por la bahía de Nápoles, ya que es el mejor lugar para disfrutar de una maravillosa vista del Vesubio.

Buona sera

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